En la Reunión de Rimini 2025 , Mario Draghi proclamó el fin del mundo neoliberal, reclamando para Europa poder industrial, instrumentos comunes de deuda y capacidad de acción política: «El mundo neoliberal se ha acabado»; «debemos actuar ya»; la UE «espectadora» entre Ucrania, Gaza e Irán. Es un juicio contundente. Pero procede del hombre que más ha contribuido a construir en Europa ese paradigma -privatización, liberalización, autoridades independientes, disciplina presupuestaria- que hoy tacha de insuficiente. Por eso su discurso es tan lúcido como incongruente.
1) Currículum parlante (1991-2005): privatización y mercado primero
- 1991-2001, Director General del Tesoro (Italia): dirigió la temporada de privatizaciones y presidió el Comité encargado (a partir de 1993). Es la confluencia que prepara el terreno para el desmantelamiento de la intervención pública en sectores estratégicos, en nombre de la eficacia y la integración del mercado de capitales. Fuente institucional: Banco de Italia(biografía oficial: «en 1993 se convirtió en jefe del Comité de Privatización») Banco de Italia.
- 2002-2005, Goldman Sachs International: vicepresidente y consejero delegado (miembro del comité de dirección). Es la consagración en el corazón de las finanzas mundiales que dictó la agenda del «capitalismo regulado» europeo en la década de 2000. Fuente: Foro Económico Mundial(perfil) Foro Económico Mundial.
Incongruencia con Rimini 2025: hoy, Draghi reclama políticas industriales de escala y «deuda común» para las tecnologías críticas, las redes y la defensa; en las décadas de 1990 y 2000, estuvo entre los principales demoledores de la industria pública italiana y promotores de la idea de que era el mercado, y no el Estado, quien debía asignar los recursos.
2) La carta que cambió un país (2011): austeridad condicionada
- 5 de agosto de 2011, BCE → Gobierno italiano (Trichet-Draghi): la famosa carta confidencial pide consolidación fiscal, reformas laborales y liberalización, condicionando de hecho el apoyo europeo a los recortes y a las reformas favorables al mercado. Fuentes: Il Sole 24 Ore publica el texto completo (29 de septiembre de 2011) Il Sole 24 Ore; Corriere della Sera reconstruye la acción «apremiante» Corriere della Sera.
Incoherencia con Rimini 2025: hoy Draghi argumenta que necesitamos inversiones comunes y escala industrial para no seguir siendo «espectadores»; ayer pidió a un gobierno electo lágrimas y sangre procíclicas, reduciendo el margen de maniobra para las políticas industriales y de defensa.
3) «El modelo social europeo ya ha desaparecido» (2012): la frase simbólica
- 24 de febrero de 2012, Presidente del BCE: En una entrevista con el Wall Street Journal (transcrita en el sitio web del BCE) Draghi afirma: «El modelo social europeo ya ha desaparecido» -a causa del desempleo juvenil- y pide reformas del mercado laboral (flexibilidad) Banco Central EuropeoWallStreet Journal
Incongruencia con Rimini 2025: hoy Draghi defiende la necesidad de poder económico y social para proteger la democracia, la libertad, la soberanía; entonces certificaba el fin del pacto social europeo y pedía ajustes que han precarizado sin aportar el «poder» que hoy reivindica.
4) «Cueste lo que cueste» (2012): salvar el euro… pero dentro de la valla
- 26 de julio de 2012, Conferencia Global de Inversión (Londres):«Dentro de nuestro mandato, el BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro«: las tres palabras que salvaron la moneda única. Fuente: BCE – textual Banco Central Europeo.
Ese acto de liderazgo, sin embargo, no desbarató el sistema: BCE independiente, normas fiscales estrictas, Estados con márgenes limitados.
Incoherencia con Rimini 2025: hoy Draghi pide una Unión «líder», no sólo un árbitro regulador. Pero fue precisamente la combinación de regulador/autoridades independientes -incluido su BCE- la piedra angular del modelo que marginó la política industrial europea.
5) Como PM (2021-2022): deuda «puntual» común, hoy deuda «estructural».
- La UE de Nueva Generación se cita en Rímini como el «tabú roto» de la deuda de uso comúnpara desencadenar la inversión y el crecimiento.
Pero como primer ministro, Draghi administró la NGEU como un instrumento extraordinario (pandémico), no como un cambio de régimen permanente. Hoy, en Rimini, presiona en cambio a favor de formas estables de deuda común en defensa, energía, deep tech.
Incongruencia con Rimini 2025: cuando estaba en el gobierno, nunca incluyó en la agenda política la idea de estabilizar la deuda común europea para el poder(ni la hizo dominante en Italia); hoy la presenta como una obligación.
6) El punto político: ¿quién convirtió a Europa en «espectadora»?
En su discurso de Rimini, Draghi denunció a la UE como «espectadora» en Ucrania, Gaza y en el asunto de Irán. Cierto el síntoma; pero ¿quién ayudó a construir una Europa reguladora sin instrumentos de poder?
- Privatización y retroceso del Estado (años 90): Draghi protagonista (fuentes Banco de Italia) Banco de Italia.
- Austeridad y reformas pro-mercado (2011-2013): carta del BCE y línea «sin florituras» (fuentes Il Sole 24 Ore; Corriere) Il Sole 24 OreCorrieredella Sera.
- El mantra de la flexibilidad y el fin del «modelo social» (2012): Declaraciones del BCE/WSJ Banco Central Europeo.
Es precisamente estesistema -desarme industrial, restricción fiscal, política despotenciada- el queha hecho que Europa dependa de otros en defensa, energía y tecnología. Hoy, Draghi fotografía sus límites; pero también es el legado de su época.
7) ¿Qué hay de cierto (y útil) en Draghi 2025?
Sería conveniente descartarlo como un chantaje oportunista. En realidad, el diagnóstico es correcto: un mercado único atascado, costes por país que equivalen a «aranceles internos» (64% en maquinaria, 95% en metales), chips objetivo fuera de escala respecto a EEUU, deuda común necesaria. Pero precisamente porque Draghi 2025 es convincente, su contradicción política emerge con más fuerza: durante veinte años ha promovido o defendido el marco que ahora le gustaría superar.
Sobre el papel, Draghi pasó de regulador a estratega del poder. Pero la credibilidad de un cambio de rumbo se mide por las decisiones tomadas cuando se tenía poder para tomarlas:
- en los años 90, se vendió;
- en 2011-2013, comprimido;
- en 2012, celebró el fin del modelo social;
- en 2021-2022, gestionó una deuda conjunta temporal.
Hoy pide la construcción. Bien. Pero el relato político de la última temporada -del que él es el arquitecto- sigueabierto. Y no lo cierra con un discurso inspirado, sino con elecciones (y admisiones) a la altura del diagnóstico.