En el Reino Unido, la derecha de Farage vuela y Starmer se desploma en las encuestas. ¿Adiós al bipolarismo?

Hace sólo un año, el laborismo de Keir Starmer se celebraba como el triunfador absoluto del nuevo ciclo político británico. En las elecciones generales de 2024, los laboristas habían obtenido más de 400 escaños de un total de 650, lo que suponía una de las victorias más claras en décadas. Pero el viento de la política está cambiando rápidamente, y hoy es una cara conocida que nunca ha salido de Downing Street: Nigel Farage.

Al reincorporarse oficialmente al terreno de juego con su movimiento Reform UK, heredero directo del Partido del Brexit, Farage ha vuelto a erigirse en protagonista indiscutible. Con un programa fuertemente identitario, antisistema y euroescéptico, ha devuelto la voz a un electorado huérfano de representación tras el hundimiento de los conservadores. En la ronda de 2024, el partido había obtenido un respetable 14% de los votos, pero debido al sistema electoral británico «first-past-the-post» -en el que sólo gana el primero de cada circunscripción- sólo se había llevado cinco escaños, incluido el del propio Farage.

Hoy, sin embargo, la música ha cambiado.

Según las últimas encuestas (ENLACE POLÍTICO → https://www.politico.eu/europe-poll-of-polls/united-kingdom/), Reforma del Reino Unido se situaría en el 29% a nivel nacional, con una proyección de más de 250 escaños, un salto impresionante respecto a las cifras de 2024. Hablando claro: si estas estimaciones se confirman en las urnas, sería la primera ruptura real de la bipolaridad británica desde la Segunda Guerra Mundial. El Reino Unido, durante décadas disputado entre el Partido Laborista y el Partido Conservador, podría ser testigo del ascenso de un tercer polo capaz de reescribir el equilibrio parlamentario.

Pero Farage no sólo se beneficia del descontento. Ha conseguido ganarse a una nueva generación de votantes gracias a estrategias de comunicación modernas y eficaces. En TikTok, en particular, sus vídeos generan millones de interacciones. Con un estilo directo, provocador e inconformista, habla a las entrañas del país, pero con una coherencia ideológica que muchos, incluso entre sus críticos, reconocen. En un momento en que los partidos tradicionales luchan por distinguirse, Farage aparece como el único que ofrece un mensaje claro.

Mientras tanto, Keir Starmer parece haber empezado ya a perder altura, víctima del mismo desgaste que ha afectado a otros líderes socialistas europeos. Pensemos en Pedro Sánchez en España, abrumado por los escándalos y las protestas, o en Olaf Scholz en Alemania, perdiendo cada vez más apoyos. Por tanto, la parábola del laborismo británico podría seguir un guión similar.

Si observamos la historia política del Reino Unido, la comparación resulta natural. Antes de la Primera Guerra Mundial, el sistema estaba dominado por dos polos: Conservadores y Liberales. Pero con la llegada de la posguerra, los liberales se fragmentaron y los laboristas ocuparon su lugar como nueva fuerza antagonista de los tories. Hoy podríamos estar asistiendo a un fenómeno similar, pero con un cambio de polaridad: es la derecha la que está experimentando una transformación. Los conservadores, penalizados por años de compromisos y fracasos, están perdiendo piezas y votos. Y esos mismos votos están emigrando hacia Farage, que se postula para convertirse en el nuevo punto de referencia del campo conservador.

Reform UK no sólo está erosionando el apoyo: está redefiniendo el campo de la derecha británica.

El crecimiento del partido es inversamente proporcional al hundimiento del Partido Conservador. Una verdadera transmigración de la aprobación popular, tan visible en los datos como en los territorios que antaño fueron bastiones conservadores, donde hoy sólo se ve el rostro de Nigel Farage.

Por supuesto, hablar del fin del bipolarismo puede parecer prematuro. Pero si es cierto que la historia se repite, esta vez no será en la izquierda, sino en la derecha, donde quizá asistamos al cambio de paradigma. Puede que los laboristas conserven su posición de fuerza, pero su oponente histórico corre el riesgo de ser desbancado. Y Farage, de ser una figura divisiva, podría convertirse en el protagonista de la mayor remodelación política del Reino Unido en un siglo.

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Michele Intartaglia
Michele Intartaglia
Michele Intartaglia, classe 2004, originario di Procida. Studente di Scienze Politiche alla LUISS Guido Carli.