MEGA: Hacer Polonia Grande Otra Vez

La quinta edición de MEGA, bajo el lema “El Camino Correcto”, tuvo lugar en Varsovia coincidiendo con la toma de posesión del nuevo presidente, Karol Nawrocki. Del 5 al 7 de agosto, ponentes de 23 países, en su mayoría europeos, pero con la presencia de un nutrido grupo de hispanoamericanos y estadounidenses e incluso de Corea del Sur, debatieron sobre las relaciones entre la Unión Europea y los Estados Unidos, el papel del movimiento conservador ante los desafíos actuales, el efecto Nawrocki, y sobre cómo es posible preservar la democracia y el sentido común.

La llegada al hotel Bellotto, en donde iba a tener lugar el evento, no fue fácil. Las calles estaban tomadas por miles de manifestantes que, ondeando banderas polacas, habían acudido a la toma de posesión del nuevo presidente. Sin embargo, llegamos a tiempo para presenciar el discurso de Karol Nawrocki ante el Sejm, el parlamento polaco. No hacía falta entender el idioma para ver el efecto de su discurso, provocando fuertes aplausos por parte de la derecha polaca, mientras el primer ministro Donald Tusk se revolvía en su escaño como Greta Thunberg ante un motor de gasolina. Bromas aparte, el discurso de Karol Nawrocki fue impecable y para muchos, el mejor discurso pronunciado en el Sejm. Habló durante 25 minutos, sin ninguna hoja delante, sólo con energía, erudición histórica y determinación de poner fin a la anarquía generada por el gobierno progresista de Donald Tusk.

“Ha sido la elección de una nación libre la que hoy me pone ante vosotros, en contra de la propaganda, la mentira, el teatro político y la difamación que sufrí durante la campaña electoral”, señaló Nawrocki recordando la infame campaña de desprestigio utilizada en su contra en las elecciones presidenciales. “Este día de hoy es nuestra victoria conjunta. Es una victoria para Polonia, una Polonia libre, soberana, independiente y con ambiciones”, destacó el nuevo presidente, que también dejó un claro mensaje al primer ministro Tusk y a sus maniobras antidemocráticas para “salvar la democracia”: “Querido primer ministro, ministro de justicia, no promoveré ni nombraré a aquellos jueces que socaven el orden constitucional, la ley de la República de Polonia”.

La conferencia MEGA estuvo organizada para poder participar en los eventos de la toma de posesión, y así, a las cuatro de la tarde, buena parte de los asistentes nos dirigimos a la plaza de Pilsudski, donde una hora después se iba a celebrar la toma de mando de las fuerzas armadas por parte del nuevo presidente. La comitiva estaba encabezada por el presidente de AUR, George Simion, que, para sorpresa de muchos de los que le acompañábamos, es muy conocido en Polonia por su apoyo a Nawrocki durante las elecciones y recibió el aplauso y los saludos de muchos de los ciudadanos presentes en los alrededores de la plaza. Por supuesto, la presencia de un grupo tan numeroso de extranjeros con gorras azules de MEGA, también sorprendió favorablemente a los polacos.

En una plaza llena de gente y de banderas nacionales, Karol Nawrocki pasó revista a las tropas, se arrodilló para besar el estandarte del ejército polaco, cuyo lema es “Dios, Honor, Patria”, y volvió a arrodillarse para rezar ante la tumba del soldado desconocido. Antes de que el nuevo presidente se dirigiera a las tropas, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, vicepresidente del gobierno de Tusk, intentó dar un discurso entre silbidos y gritos de “abajo el comunismo”, “vete a Berlín” o “vete con Tusk”. Kosiniak-Kamysz es el presidente del Partido Popular Polaco (PSL), también conocido como Partido Campesino, una organización que se define como conservadora, pero que forma parte de la coalición del actual gobierno progresista. Un apoyo que les puede salir muy caro, ya que en las últimas encuestas su partido sólo alcanza un 1,4% (en las elecciones de 2023, obtuvo un 5,5%).

“Nunca os daré la orden de ‘adelante’, sino siempre ‘seguidme’… Durante mi mandato cada uno de los soldados será un héroe del presente”, enfatizó Nawrocki, afirmando que Polonia “tendrá el ejército más grande de Europa”. También dejó un recado para Putin: “Estaremos preparados para hacer frente al imperio ruso”. Finalizado el acto, las tropas abandonaron la plaza desfilando por las calles cercanas, mientras los congregados les aplaudían y les daban las gracias. Toda una muestra de patriotismo.

Al día siguiente, las conferencias de MEGA estuvieron marcadas por el entusiasmo de lo vivido durante la toma presidencial y por el optimismo ante el inicio de una nueva etapa para Polonia. El eurodiputado Ryszard Czarnecki presentó un panel sobre el “efecto Nawrocki”, destacando el cambio que su victoria representa no sólo para Polonia, sino para toda Europa. Czarnecki también destacó la importancia que MEGA está teniendo para el movimiento conservador internacional: “Dieciséis meses después de su primera conferencia en Bucarest, MEGA se ha convertido en una alternativa de la derecha internacional frente a la corriente dominante liberal de izquierdas. MEGA va a la guerra con la izquierda internacional, una guerra intelectual, cultural, civilizacional y organizativa, pero también fuerza la unidad entre la derecha, antes dividida”.

George Simion fue el encargado de clausurar esta nueva edición de MEGA: “Nuestra familia, nuestra red, debe proporcionar las herramientas adecuadas para prevalecer en las batallas que tenemos por delante”. Simion, que es también vicepresidente de ECR, destacó la importancia de MEGA, que reúne a cada vez más movimientos conservadores, porque “la unidad hace la fuerza”. La victoria de Karol Nawrocki es un ejemplo de la necesidad de la unidad para hacer frente a los que quieren debilitar a Occidente, estén en Bruselas, Beijing o Moscú, y este evento MEGA en Varsovia es una confirmación de que este es el camino correcto.

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