El Dr. Oleksandr Shulga es director del Instituto de Estudios y Análisis de Conflictos de Rusia (IKAR), la única institución ucraniana que supervisa la evolución sociológica en Rusia y que actualmente se centra en analizar lo que se publica en los medios de comunicación y las redes sociales rusas.
El centro Levada ha publicado un encuesta en la que la mayoría de los rusos apuesta por la negociación para acabar la guerra.
Esta encuesta muestra lo que nuestras investigaciones mostraban hace uno o dos años, especialmente la dedicada al tercer aniversario de la invasión. Debemos distinguir el apoyo formal a esta guerra del apoyo real. Cuando preguntamos a los rusos si apoyarían la decisión de detener esta guerra mañana, un 74% respondieron afirmativamente, y sólo hay un 20% que quieren seguir hasta el final. Esta proporción no ha variado prácticamente desde 2023, el núcleo duro de los que apoyan la guerra está entre un 13 y un 18%, y un 14-15% está totalmente en contra de la guerra. Cuando Putin le dice a puerta cerrada a Trump que necesita una victoria porque los patriotas rusos le despedazarían si vuelve con menos de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, está mintiendo, porque la sociedad rusa acepta la situación actual como una victoria y estaría satisfecha con el fin de la guerra. Respecto a la encuesta que menciona, hay otra en el mismo sentido hecha por disidentes rusos que están en el extranjero y se oponen al Kremlin, y la del centro levada, que es más respetado en Europa, pero que opera dentro de Rusia, por lo que no creo que se pueda confiar totalmente en ella, teniendo en cuenta que hablamos de un país en el que puedes ir a la cárcel por disentir. No obstante, esta encuesta ha aparecido en la esfera pública, por lo que podemos pensar que es una señal del Kremlin: estamos listos para hablar. Hemos visto esa proposición en otras investigaciones sociológicas de vez en cuando, en 2023, 2024 y en este año, y es una invitación para una negociación posterior.
Sin embargo, tras la reunión de Alaska, parece muy clara la falta de intención real de negociar y la intención de retrasar cualquier reunión, como la invitación a Zelenski a ir a Moscú.
Sí, el hecho de que permitan que se publiquen los resultados de esta encuesta y hablen de negociación no significa que quieran detener la guerra. Quieren presentar a Putin como un líder constructivo y siempre dispuesto a hablar, pero el problema es que Rusia quiere reemplazar la negociación por capitulación. El objetivo es alcanzar la victoria militar empleando medios diplomáticos, propagandísticos, etc. Rusia convierte prácticamente todo en un arma, ya sea la religión, el deporte, la historia o la ideología política.
¿Cómo ven los rusos los crecientes problemas económicos?
Los rusos llevan tiempo sintiendo los problemas económicos y los números de las estadísticas generales indican que en sectores como la construcción, la metalurgia o la minería, la situación ha empeorado debido a las sanciones y la guerra. La economía es el primer problema para los rusos, que han visto un significativo aumento de los precios. Este verano el aumento de tarifas de servicios públicos ha alcanzado entre un 6 y un 20% en función de la región. Se rumorea que los impuestos también van a subir y, por otro lado, el Banco Central ruso y el Ministerio de Economía han tratado de equilibrar la situación con créditos, pero el interés es muy alto, un 21%, y sólo han podido rebajarlo hasta el 17%, lo que es claramente insuficiente. Puedes jugar con el dinero, pero eso no arregla los problemas reales de la economía, a los que hay que añadir las sanciones y que su industria se ha volcado en lo militar. Durante este otoño, creo que se van a producir más problemas financieros, como también pasó los años anteriores. Los rusos van a sentir aún más los costes de la guerra, pero aún tienen esperanzas en que Trump le dé más espacio a Putin y levante las sanciones, y en que China y la India compren su gas y petróleo. Ese es el problema.
El alto número de bajas, ¿sigue sin causar un daño político a Putin?
Sí, Putin no va a sufrir un daño político hasta que no anuncie una segunda ola movilización. La sociedad rusa percibe a los que firman un contrato por dinero, o para pagar deudas o escapar de problemas legales, como beneficiarios de esta guerra; han hecho una apuesta, y si mueren es que se les acabó la suerte. Sin embargo, en el caso de una movilización, los ataúdes y los heridos representarán un problema para el régimen.
Hay noticias de graves problemas de abastecimiento en las zonas ocupadas y se habla de desplazamientos de población fuera de estas zonas. ¿Qué me puede decir de este asunto?
Parece que los rusos no pueden solucionar los problemas de agua especialmente en la zona de Donetsk, lo que significa que el invierno va a ser muy complicado para sus habitantes. Desgraciadamente, viven bajo la ocupación y no tienen voz, así que esta crisis no afectará al Kremlin.
El peor crimen de guerra, el más inhumano y cruel que los rusos están cometiendo en las zonas ocupadas es el adoctrinamiento y la militarización de los niños ucranianos. Los niños son llevados a campos de entrenamiento para convertirlos en soldados, lavarles el cerebro y borrar todo rastro de la lengua y la cultura ucraniana; quieren que estos niños ucranianos odien a Ucrania y a todo lo ucraniano. Esto ya empezó en 2014 y su escala ha aumentado desde la invasión a gran escala de 2022. Todos los profesores rusos que están tomando parte en esto son criminales de guerra y deben ser llevados ante la justicia del mismo modo que los que asesinan y torturan a nuestros prisioneros de guerra. Son verdaderos monstruos.
Ahora se habla más de paz, pero, al mismo tiempo, los ataques rusos contra las ciudades ucranianas se han intensificado.
En Ucrania no tenemos muchas expectativas porque vemos claramente con quién tratamos y no vemos ninguna señal de que Rusia quiera acabar esta guerra ni negociar. Así que no creo que haya esperanzas de que sí resistimos un poco más la guerra terminará, y además creo que esos pensamientos serían dañinos para la estabilidad y resistencia de la sociedad ucraniana. En Ucrania tenemos una amarga experiencia de tratar con Rusia y sabemos que nos atacará de nuevo. El fin de esta guerra sólo será una breve pausa antes de la próxima batalla.
Por supuesto, siempre se pueden albergar expectativas irracionales, quizás expectativas no expresadas, de que todo volverá a ser como antes, pero creo que la mayoría de la sociedad acepta que no habrá vuelta atrás en términos de seguridad y de planificar tu vida. Además, Rusia intenta manipular esto, diciendo que Ucrania un territorio, no un país, en el que no puedes tener una vida ni hijos, y que lo mejor es irse a otro lugar, como Polonia o Alemania, donde puedas estar seguro. El único momento en el que podremos respirar con tranquilidad será cuando Putin muera y Rusia sufra una profunda crisis. Aunque no nos hacemos ilusiones, su sucesor será probablemente tan malo como él.