Adiós a Alvaro Vitali. El cine italiano llora al inolvidable Pierino

Alvaro Vitali, rostro muy querido de la comedia italiana, símbolo profano de una época e inconfundible encarnación del personaje de Pierino, ha fallecido en Roma a los 75 años. El actor llevaba unas dos semanas hospitalizado debido a una bronconeumonía recidivante. La noticia se confirmó a última hora de la tarde del 24 de junio.

Nacido en la capital el 3 de febrero de 1950, Vitali comenzó su carrera bajo el ala de Federico Fellini -que se fijó en él y le quiso en algunas de sus películas-, pero fue la vertiente de la comedia sexy italiana la que le consagró ante el gran público. Entre dobles sentidos, gags irreverentes y chistes de cuartel, Alvaro Vitali se convirtió en un icono popular y, para muchos, en un espejo grotesco pero sincero de la Italia de los años setenta y ochenta.

El personaje de Pierino: leyenda y parodia

A caballo entre la provocación y la caricatura, Pierino era su alter ego por excelencia. Con su delantal de colegial, su risa nasal y su irreverencia infantil, Vitali llevó al cine un personaje capaz de hacer reír a tres generaciones.

Sus películas -de Pierino contro tutti a Pierino colpisce ancora- llenaron las salas de cine y, con el tiempo, se convirtieron en cine basura italiano de culto. Una comedia física y grotesca, que hoy puede parecer fuera de tiempo, pero que en su momento interpretó sin filtros el imaginario de una sociedad en transformación, entre represiones culturales y empujes libertarios.

Una carrera en la frontera entre el arte y la cultura pop

Aunque a menudo relegado a papeles cómicos y de «género», Vitali trabajó con maestros del cine como Fellini, Pasolini, Steno y Lattuada. Sus expresiones faciales, su físico menudo y su instinto innato para el ritmo cómico le hacían único. Era el «italiano medio» llevado al extremo, un espejo deformado pero reconocible de nuestra cultura.

En los últimos años, Vitali se había alejado de los escenarios, pero nunca del corazón del público. Había reaparecido en programas de televisión, participando irónicamente en sketches y recreaciones nostálgicas de su Pierino, siempre con una sonrisa y sin tomarse demasiado en serio a sí mismo.

Recuerdo y legado

Fue su ex mujer Stefania Corona quien había dado la noticia de su hospitalización en los últimos días, hablando públicamente de su batalla contra la bronconeumonía. Hoy es el momento del silencio y la despedida.

Italia pierde un rostro simbólico de su cine popular, una máscara cómica que, más allá de gustos y modas, marcó una época e hizo reír a millones de espectadores.

Pierino se va, pero permanecerá en la memoria colectiva con esa inconfundible risa suya. La de alguien que sabía reírse hasta de sus propias miserias, con sorna de la tristeza y con sorna de la respetabilidad.

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