Arkadiusz Mularczyk fue elegido diputado nacional por Ley y Justicia (PiS) en 2005 y ha ocupado el cargo durante 5 legislaturas. En 2022-23 fue viceministro de Asuntos Exteriores. Mularczyk fue elegido eurodiputado en 2024.
Durante la noche electoral de Karol Nawrocki, a pesar de que los sondeos a pie de urna daban como ganador a Trzaskowski, el ambiente parecía de mucha confianza. ¿Por qué estaban tan seguros de la victoria?
Estuve presente en la noche electoral de Karol Nawrocki. Yo no diría que había certeza de victoria. Es cierto que Karol Nawrocki dijo abiertamente: «Ganaremos», pero en el equipo de campaña reinaba más bien un optimismo cauto. Creo que esto se debía a la experiencia: nuestro campo político casi siempre ha sido subestimado en las encuestas electorales. La campaña negativa dirigida contra Karol Nawrocki hizo que muchos de nuestros votantes ocultaran su apoyo a los encuestadores. Por eso me cuesta aún más entender por qué Rafał Trzaskowski estaba tan ansioso por celebrar su «victoria» dado el estrecho margen. Se ha convertido en un chiste en Polonia que haya sido presidente durante dos horas.
Karol Nawrocki es el nuevo presidente de Polonia, ¿y ahora qué? ¿Cree que el gobierno de coalición de Tusk está en peligro?
En este momento, no podemos estar seguros de que el Gobierno de Donald Tusk vaya a durar hasta el final de su mandato, y para eso aún faltan dos años y medio. Ya estamos viendo graves tensiones internas en la coalición y acusaciones por la derrota de Rafał Trzaskowski. La tarjeta roja que los votantes mostraron al actual Gobierno no augura nada bueno para la estabilidad de la coalición.
No se puede descartar la posibilidad de elecciones anticipadas, aunque las primeras declaraciones de Donald Tusk tras el anuncio de los resultados sugieren que no tiene intención de dimitir, a pesar de la grave crisis de imagen a la que se enfrenta su partido. Me parece que el bando derrotado intentará aferrarse al poder.
¿Podría esta victoria poner fin a la persecución de Tusk contra los medios de comunicación y los políticos conservadores?
Hay agitación en la coalición de Tusk y se intenta encontrar a alguien a quien culpar de la derrota. Sin embargo, la postura postelectoral de Donald Tusk demuestra que no reconoce que fue el abuso de la ley y la persecución de la oposición lo que contribuyó a la victoria de Karol Nawrocki.
Esta campaña -y la de Estados Unidos- ha demostrado que los nuevos medios de comunicación e Internet son cada vez más importantes. Los medios de comunicación tradicionales siguen desempeñando un papel importante, pero a los periodistas de los medios conservadores se les sigue prohibiendo asistir a las ruedas de prensa del gobierno. Los políticos de la oposición siguen estando en el punto de mira. Me temo que, en lugar de reflexionar y corregir el rumbo, el deseo de represalias por parte del bando gobernante puede ahora aumentar tras esta derrota.
Líderes de la Confederación, como Bosak y Mentzen, apoyaron a Nawrocki, lo que resultó clave para la victoria. ¿Es posible la cooperación entre PiS y Confederación?
Compartimos muchos puntos programáticos con Confederación. Antes de la segunda vuelta, Karol Nawrocki apoyó explícitamente las reivindicaciones planteadas por los líderes de la Confederación. El resultado de las elecciones demostró que la cooperación es posible y, lo que es más importante, que nunca antes se había producido una unificación tan amplia de la derecha contra el dañino gobierno liberal-izquierdista.
Por supuesto, hay diferencias entre nosotros, pero en la gran mayoría de las cuestiones clave -la soberanía de Polonia, el enfoque de la Unión Europea, las demandas de reparación a Alemania, la defensa del zloty polaco, la oposición a la inmigración ilegal y la resistencia a la agenda ideológica de la izquierda- estamos alineados. Estas elecciones han demostrado claramente que la cooperación entre nuestros grupos no sólo es posible, sino que puede ser muy eficaz.
¿Cree que Ursula von der Leyen está satisfecha con el resultado de las elecciones?
Por supuesto que no. Las felicitaciones de Ursula von der Leyen a Karol Nawrocki fueron puramente ceremoniales, aunque importantes: en Polonia se temía que se impugnaran los resultados, como ocurrió en Rumanía hace unos meses. La presidenta de la Comisión Europea es conocida por interferir en los procesos electorales internos de los Estados miembros de la UE: lo hizo antes de las elecciones en Italia, después de las de Rumanía e incluso antes de las de Polonia de 2023, deseando abiertamente a Donald Tusk que volviera al poder.
Karol Nawrocki representa puntos de vista que, en muchas cuestiones clave, se oponen directamente a la línea política promovida por Ursula von der Leyen. Hablamos de la soberanía de los Estados miembros, la política migratoria, la ideología y el papel de las instituciones europeas. Así que no creo en absoluto que su elección la alegre. Más bien al contrario: es una clara señal de que los europeos, incluidos los polacos, eligen cada vez más un camino independiente del dictado de Bruselas.
¿Cuáles son las consecuencias de la victoria de Karol Nawrocki para Europa?
La victoria de Karol Nawrocki demuestra la creciente resistencia en Europa a la agenda centralista e ideológica de la UE. Cada vez más ciudadanos -también en otros países- votan a candidatos conservadores basados en el sentido común, como confirman las recientes elecciones en Alemania y Portugal. Para Europa, esto significa una voz más fuerte para los países que exigen más soberanía, menos burocracia y lazos transatlánticos más fuertes. Polonia, como el país más grande de Europa Central, debería seguir desarrollando la Iniciativa de los Tres Mares y reforzar las relaciones con Estados Unidos, especialmente ahora que Donald Trump ha vuelto al poder.
Nawrocki se ha pronunciado a favor de exigir compensaciones a Alemania por la Segunda Guerra Mundial. Usted conoce bien este asunto, ¿ha habido algún avance con la parte alemana?
El informe que preparé fue el inicio del proceso para obtener reparaciones de Alemania. No hemos dejado de llamar la atención sobre este asunto, tanto dentro como fuera del país. Aunque el gobierno alemán sigue considerando oficialmente que el asunto está cerrado, ya no es posible decir que nada está cambiando.
Hoy, Alemania ya no puede ignorar este asunto como lo hizo durante años. En cada visita de alto nivel -del canciller o de los ministros federales- deben enfrentarse ahora a preguntas sobre la restitución a Polonia de los daños de guerra. También estamos viendo un cambio en la opinión pública alemana: cada vez más ciudadanos se dan cuenta de que su país nunca ha rendido cuentas por la Segunda Guerra Mundial, en gran parte debido a años de silencio en su sistema educativo. Karol Nawrocki habló clara y firmemente sobre esta cuestión durante la campaña. Como antiguo director del Instituto de la Memoria Nacional, comprende perfectamente la importancia histórica y moral de este asunto. Por eso estoy convencido de que la cuestión de las reparaciones continuará y cobrará nuevo impulso. Es un proceso a largo plazo que se inició hace siete años y que debe seguir avanzando bajo el mandato del nuevo presidente. Confío en que, tarde o temprano, obliguemos a Alemania a sentarse a la mesa y negociar un nuevo tratado polaco-alemán.
